CAPÍTULO 5:
Día cinco: Olvidando su
crimen para cometer otro.
El
día fue como cualquier otro. Alejandro llegó al curso tarde porque se durmió.
Esa fue la explicación que le dio a la profesora que casualidad era su madre.
Todo bien, ya ella no durmió en la casa la noche anterior, por problemas con su
padre. El único momento en que la vio fue a la hora del almuerzo, cuando Ale estaba indeciso en ir o no al colegio, y
para abordar mejor la decisión fue a dormir un rato. Pero ese ratito se
convirtió en minutos después.
Se
dirigió a su banco. Diviso sin basilar el asiento de Florencia. No la encontró,
sin embargo en su lugar estaba Ramón. No entendió nada, pero una vos le asusto
en ese instante.
Florencia: Me buscas – le susurro.
Alejandro: Desde cuando
te sientas acá.
Florencia: Desde hoy, tu
madre me mando acá porque cree que no tengo amigos.
Alejandro: Se equivoca – susurro Ale.
Florencia: No, no del
todo, porque hasta ahora, vos SOS el único amigo que tengo.
Alejandro: Porque fui el
único que cedió a vos.
Adriana: ¡SILENCIO! – dijo la profesora al salón, pero
los dos sabían que ese llamado era para ellos, en específico.
Ale,
tomó sus cuadernos y empezó a copiar la actividad. Todos estaban concentrados mirando y
escribiendo, hasta Florencia. Su madre, o más bien la profesora estaba sentada
y leyendo algún artículo en su escritorio. Al parecer todo iría a transcurrir
normalmente.
Adriana: Chicos – dijo la profe – ya eligieron el tema con que van a trabajar.
Gustavo: Si – contesto Gustavo – mi grupo eligió la contaminación de los basureros.
Adriana: Que bien,
Gustavo. Tu grupo, decime como está formado?.
Gustavo: Somos 4 en total,
Raquel, Tadeo Julieta –
dijo – y yo.
Adriana: Muy bien – contestó y terminó de anotar los
nombres – alguien más? – prosiguió.
Romina: Yo, profe – levanto la mano Romina – mi grupo hace de la Erosión de los suelos
y conmigo trabajan Juana, Alberto y Antonio.
Adriana: Gracias por dar
toda la información Romi.
Romina: De nada profe.
Adriana: Otro? – dijo la profesora.
Luna: Nosotros hacemos
sobre el sobrepastoreo –
contesto Luna – mi grupo forma Ismael y Leonela
Adrina: Gracias Luna – musito – alguien más.
Ignacio: Reservas
naturales- grito
Ignacio en su primera demostración de valentía – lo hacemos Ramona, Ingrid y yo.
Adriana: Muy bien
chicos. Ahora solo queda Alejandro y Florencia. Me imagino que ambos forman un
grupo – dijo la
profe. Y en ese instante todos voltearon a verlos.
Florencia: Si, tiene
razón Profesora –
dijo Flor.
Adriana: Y sobre que se
va a tratar su trabajo
– recalco la profe.
Alejandro: Sobre…- Ale quedo sin palabras.
Florencia: Sobre las
diferentes organizaciones no gubernamentales para el cuidado del ambiente – dijo Flor, impresionando a toda la
clase.
Adriana: Hermoso tema – prosiguió Adriana – bien chicos, estos trabajos se van a
presentar dentro de 2 semanas. Hasta entonces disfruten en hacerlo.
El
timbre del recreo sonó. Todos salieron juntos. Menos Ale y Flor. Ambos quedaron
charlando sobre lo que pasó.
Florencia: Sabes, Julieta
se merece ir al otro mundo.
Alejandro: Esa es tu
otra víctima? –
contesto Ale mientras dibujaba.
Florencia: No los
digamos así, no es solo mía es tuya también.
Alejandro: Porque eres
así.
Florencia: Porque somos
así – dijo ella – no sé, tal vez porque para llenar el vacío
de no tener a nadie mando a que hagan eso, y vos para no ser el mismo chico
gran promedio lo haces – contesto y se detuvo un segundo – porque al fin encuentras una chica que te
quiera por lo que hagas.
Alejandro: Respuesta
profunda.
Florencia: No solo soy
asesina directa o indirecta. Suelo leer mucho.
Alejandro: No parece – dijo él.
Florencia: Nada – ella se acercó más a él – en este mundo se parece. Las apariencias
engañan. Y yo a ti te engañe.
En
ese último comentario guardó sus cuadernos y tomo su mochila. Se la colocó y se
fue. Al llegar a la puerta le dijo algo
Flor, pero ella nunca volteó a verlo.
Florencia: Más adelante
veremos a quien matar, pero por ahora hay que dejarlos descansar.
Alejandro: Veo que te
gusta hacer esto.
Florencia: No es que me
guste, pero es lo único que me libera.
Alejandro: SOS peta.
Florencia: No soy
alguien que quiere ser otra cosa.
Alejandro: Y creer que
esto es bueno. No, pero como te dije me libera. Y eso importa.
Florencia: Por que?
Alejandro: Porque te AMO
y voy a hacer cualquier cosa para tenerte.
Florencia: Nos vemos
después. Chau
Alejandro: Chau.
Ella
se acercó a la ventana y vio como él se alejaba. Saludaba a sus amigos y se
iban a su casa (tal vez). En ese instante ella supo que el AMOR como lo dijo,
lo encontró y ese era él.
Autor: Anibal R. Núñez. Todos los derechos reservados © 2013-2014
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